Alcea rosea L.
MalvaceaeEsta planta bianual de tallo alto y hermosas flores procede probablemente de China, donde sus pétalos se consumen como infusión desde hace más de 5.000 años. En la antigua Roma ya aparecían registradas como plantas medicinales en la Historia natural que realizó Plinio el Viejo en el siglo I d.C. La Alcea rosea parece haber sido introducida desde Oriente a Europa por los árabes de la España medieval. Así lo atestiguan las referencias al “rosal de adorno” en el Libro de la agricultura nabatea del andalusí Ibn al-Awwam, una compilación donde se recoge cómo era la vida y el trabajo en los campos del sur de la Península Ibérica, las especies de plantas que se conocían o los usos más habituales que se les daban. En dicho texto, Ibn al-Awwam nos recuerda cómo, según las costumbres nabateas, cuando una persona contempla las hojas y flores de una malva real por espacio de una hora entonces, le invade el gozo, la alegría y mucha felicidad.
Conscientemente o no de esta leyenda la Alcea rosea se ha dispersado por doquier, desde ciudades densas y laboriosas como Londres a estivales como Ille de Re, emergiendo entre los parterres urbanos por encima de la altura humana, con una rectitud más propia de plomadas colgadas del cielo que de vegetales orgánicos. Acentuando esta tensión vertical acompañan a los tallos una cascada de flores llamativas, cuya degradación cromática se va apagando hasta llegar al oscuro centro de la corola donde relumbra, por contraste, el fulgor luminoso del estigma.